Son las 00:35, ha llovido en la mañana de ayer y después de dos días con 12° C aproximadamente, vuelve todo a la normalidad. El frio típico de este invierno austríaco se hace notar con fuerza, siempre con temperaturas menores a 0°C y nieve. Mis pensamientos, en este momento, aluden a melodías perdidas que vienen a mí no solo como vagos recuerdos sino también como una parte importante del presente más cercano. Hace cinco minutos fue ayer, y ayer fue cuando fui visitada por el pasado, no importa con quién ni como realmente. No quiero sentir rabia y cuestionarme por milésima vez; Por qué las cosas sucedieron de este modo?; Quién tuvo la culpa?; Por qué mi vida se cruzó con la suya y causó tal catástrofe en tan poco tiempo?; Por qué siempre le creo?
Creo que la última pregunta está más que clara. Su táctica era sembrar el misterio y alimentar las ansias de que lo descubrieran, luego dejaba ver que no era realmente posible y así incitaba a sus víctimas a seguirlo. Hace mucho tiempo descubrí su juego cada vez que dice un palabra, ésta ha sido ya pensada por mí. Para mis adentros me contesto las mismas preguntas que le hago, sabiendo las respuestas de antemano. Cada vez dominando más la estrategia.
Lamentablemente ya perdí mi paciencia y mi actuación de crédula ha concluido con una tormenta de verdades abatidoras... Esas verdades que te siguen por el resto de tus días.
Bueno, continúo con hechos lamentablemente verídicos.
Vera me llevó ayer a Ybbs, donde está la consulta del dentista que examinó mi muela del juicio que en estos momentos rompe mi encía causando un dolor tolerable pero que al fin y al cabo es dolor y desagrada sobremanera. Berndi me acompanó en el auto y se quedó conmigo hasta eso de las 19:00 hrs.
Comíamos Almicellis en la tarde, recostados en la hamaca de mi pieza, mirando el techo y una que otra vez mirándonos a los ojos. Sonriendo. Balanceandonos sin mucho impulso, de un lado a otro.
Hablamos siempre de lo que nadie habla y nos reímos de lo que nadie se ríe. Ahora que lo pienso, nunca le he dicho lo agradecida que estoy por todo el apoyo que me ha dado desde que nos conocemos. Todas las cosas que me ha ensenado. Entre esas cosas puedo decir que he aprendido a ser más firme y a exigir mis derechos (particularmente mis derechos para con él), y bueno, a andar en Ski, también a usar la guadaña y especialmente, a soportar su eterno silencio por el teléfono las veces que me ha llamado. En un principio, una vez que hablamos casi 5 horas, ese silencio me sacaba de quicio, pero después aprendí que ese silencio decía más que mil palabras y de momento que entendí eso solo quería que no emitiera ningún sonido. Dejar algunos minutos suspendidos en el tiempo escuchando nuestro propio silencio.
Hace unos minutos mi mamá me llamó. La había intentado ubicar desde la semana anterior y siempre salía la contestadora. Me alegró muchisimo haberla escuchado y saber que está bien. La verdad no me hace sentir del todo segura sabiendo que estoy aquí en Austria, mi mama en USA, mi papa trabajando en Rancagua y mis hermanos en Talca. El viaje de mi mamá es imposible de postergar, como todos los anos, es un trabajo que nos favorece a todos... económicamente, obvio.
Me dijo que manana va a St. Louis y no va a estar en la casa hasta hoy en la noche.
Me alegra saber que las cosas se ordenan por sí solas, solo bajo el efecto del tiempo, y que las preocupaciones desaparecen de la misma forma como llegaron.
Voy a dormir, y espero que no me atormenten las pesadillas que me han atormentado desde el domingo.
Todo está bien... y tengo la suerte de ir a dormir en paz.
Hace unos minutos mi mamá me llamó. La había intentado ubicar desde la semana anterior y siempre salía la contestadora. Me alegró muchisimo haberla escuchado y saber que está bien. La verdad no me hace sentir del todo segura sabiendo que estoy aquí en Austria, mi mama en USA, mi papa trabajando en Rancagua y mis hermanos en Talca. El viaje de mi mamá es imposible de postergar, como todos los anos, es un trabajo que nos favorece a todos... económicamente, obvio.
Me dijo que manana va a St. Louis y no va a estar en la casa hasta hoy en la noche.
Me alegra saber que las cosas se ordenan por sí solas, solo bajo el efecto del tiempo, y que las preocupaciones desaparecen de la misma forma como llegaron.
Voy a dormir, y espero que no me atormenten las pesadillas que me han atormentado desde el domingo.
Todo está bien... y tengo la suerte de ir a dormir en paz.