Recuerdo Nº 1 - El prólogo que nunca usé
El transcurrir del tiempo no cronológico, determina nuestra existencia a tal punto de crear un sentido en la vida de los seres humanos, basado en la conciencia (o instinto) de la muerte.
Nace entonces el anhelo, la esperanza, la desesperación y el ansia de sentimientos no sublimados.
Cada movimiento nos dice que algo repentinamente dejará de existir y se transformará en un recuerdo sin que apenas tengamos la noción en el momento exacto en el que se esfuma. Podemos incluso hacer latente el temor de confundir la realidad que entendendemos como el presente mismo: éste instante fugaz donde las palabras quedan detenidas y pasan a ser parte del pasado.
...Son parte del pasado más cercano al instante perdido, y para muy pocos significa un recuerdo; porque nadie se preocupa, o se ocupa de revivir en su mente cuántas veces lanzó un suspiro al aire, y menos caer en la cuenta de ello.
Hay quienes viven en ese suspiro , que es un presente continuo, que no se difumina en el pasado ni se desintegra en la memoria.
Puede que en un momento de mi vida haya quedado suspendida en ése hálito de profunda desesperación y asi sumida en el caos de no encontrar el transcurrir correcto del tiempo que se prende de mis brazos y va en contra de mi despertador. Como muchas cosas, quizás no importe, porque eso, como ya dije, es parte del pasado y ahí he decidido que debe extinguirse.
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